El martes, trece de diciembre, el alumnado de cuatro y cinco años realizó una visita al Museo de Bellas Artes de nuestra ciudad que programó unos talleres educativos dirigidos a escolares de distintas edades y hemos tenido la suerte de que en esta ocasión han aceptado nuestra solicitud.
El taller programado se ha centrado en el pintor cordobés ANTONIO DEL CASTILLO en el cuatrocientos aniversario de su nacimiento en 1616. Pretenden dar a conocer a este pintor barroco poco conocido para el público, incluso de su ciudad pero que en el siglo de oro llegó a ser muy importante y conocido.
El taller programado se ha centrado en el pintor cordobés ANTONIO DEL CASTILLO en el cuatrocientos aniversario de su nacimiento en 1616. Pretenden dar a conocer a este pintor barroco poco conocido para el público, incluso de su ciudad pero que en el siglo de oro llegó a ser muy importante y conocido.
El autobús nos dejó en la Ribera frente al cruce de la plaza del Potro a la que nos dirigimos andando en un paseo corto, bonito y sin complicaciones. Vimos la plaza y su fuente y, como contábamos con algo de tiempo, entramos a ver La Posada del Potro de la que habíamos hablado en el cole cuando estudiamos a Miguel Cervantes que vivió en esta posada en su estancia en la ciudad.
Nos recibió en la puesta del museo Fátima, la seño encargada de acompañarnos en esta visita. Empezó mostrándonos la fachada del edificio, muy bonito por cierto, y el entrelazado de alambres que han ideado para defender la fachada de las palomas.
Entramos a un acogedor jardín en el que están los bustos de Juan Varela, escritor y de Rafael Romero Barros, padre de Julio Romero de Torres. Nos dirigimos hacia la escalera del museo que cuenta con unos murales en la pared realizados en tonos negros y grises. Nos explicó que el edificio era el antiguo hospital de la Caridad que también está considerado bien de interés artístico en la categoría de edificios.
Continuamos hacía un corto pasillo en el que estaban expuestos dibujos de Antonio del Castillo realizados con plumín de caña y tinta. Prácticamente todos eran de animales ( perro, carnero, gallo, avestruz). Había también un dibujo del diseño de la escultura del potro que adorna la fuente de la plaza que lo ideó él con algún cambio en la cola que realizó el escultor. Queremos resaltar que la seño Fátima en todo momento se adapto perfectamente a las edades del alumnado que tenía delante logrando captar su interés y atención.
Pasamos a una sala en la que había pinturas de tema religioso y otros paisajísticos. Nos detuvimos en uno en especial “La Adoración de los Reyes Magos” que aunque no era original de Antonio del castillo, si era una copia del original. Nos detuvimos a apreciar aspectos artísticos y técnicos de las pinturas pues nuestro alumnado muestra un interés especial por el arte y sus misterios.
Nos dirigimos después hacia una nave grande abovedada y con una cúpula en la parte frontal pues era la antigua capilla del hospital. En este lugar estaban expuestos los cuadros de gran tamaño no todos de Antonio del Castillo pero si de otro pintor coetáneo suyo a quien personas de la ciudad le hicieron encargos.
Nos enteramos de curiosidades como que este pintor cordobés mantenía una rivalidad con otro granadino llamado Alonso Cano, como los dos tienen las mismas iniciales: A.C., se atribuyeron muchas obras del cordobés a Alonso Cano porque del Castillo no firmó sus cuadros en muchas ocasiones. Fue después. con el tiempo, que se realizaron estudios de diversos cuadros que acabaron dando la autoría a Antonio del Castillo.
Nos enteramos de curiosidades como que este pintor cordobés mantenía una rivalidad con otro granadino llamado Alonso Cano, como los dos tienen las mismas iniciales: A.C., se atribuyeron muchas obras del cordobés a Alonso Cano porque del Castillo no firmó sus cuadros en muchas ocasiones. Fue después. con el tiempo, que se realizaron estudios de diversos cuadros que acabaron dando la autoría a Antonio del Castillo.
Para terminar pasamos a un taller en el que nos habían preparado cartulinas de colores y ceras, lápices, rotuladores… Nos propusieron realizar una obra inspirada en lo que habíamos visto. Como siempre niños y niñas nos sorprendieron con unos resultados originales y bonitos. Los dibujos se expusieron en unos murales de madera frente a los que nos hicimos una foto de grupo que dejamos en el museo como recuerdo de nuestra visita.
Nos invitaron a firmar con pluma en el libro de registro del museo, lo hicimos muy bien y nos felicitaron.
La visita nos resultó provechosa, interesante, culta, novedosa… alimento necesario para nutrir la creatividad y sabiduría de nuestro alumnado en la mejor edad para ello.
Felicitamos a Fátima por lo bien que supo trasmitir su saber, en definitiva por su profesionalidad. También ella felicitó a todos los niños y niñas por su interés, su comportamiento y sus obras. Nos despedimos quedando unos y otras muy satisfechos con la visita, ESPERAMOS QUE VUELVAN A REPETIRSE OTROS CURSOS.
MUCHAS GRACIAS AL MUSEO Y A LOS FAMILIARES QUE NOS ACOMPAÑARON QUE EN TODO MOMENTO APOYARON Y REALIZARON LAS TARES QUE SE NECESITABAN CON EFICACIA.
